"Detrás de escena: un día en la vida de un restaurador de arte"
Sep 01, 2023
¿Alguna vez te has preguntado cómo es ser un restaurador de arte? Es un trabajo fascinante y gratificante que requiere un conjunto único de habilidades y una profunda apreciación por el arte. En esta entrada de blog, te llevaremos detrás de bastidores y te mostraremos cómo es un día típico en la vida de una restauradora de arte.
Preparándome para el día
La mayoría de los restauradores de arte trabajamos en museos, galerías o estudios privados. En mi caso particular, antes de comenzar el trabajo, dedico un poco de tiempo en mi taller para organizarme el día que se avecina. Esto puede implicar revisar el calendario, los trabajos que tengo en el taller y fuera de él, las memorias y presupuestos que me quedan por mandar, investigar sobre materiales nuevos y finalmente reunir herramientas y suministros para la obra que toca ese día. Pero lo cierto es que cada día es diferente porque depende de la obra en la que estás implicada en ese momento. Su situación y características. Si es en el taller, es todo mucho más fácil y controlado, lo tengo todo "a portata di mano". Sin embargo cuando se trata de un trabajo fuera del taller, la cosa cambia. En obra hay imprevistos y al final terminas haciendo un pequeño taller en el puesto de trabajo sea a pocos metros o a muchos kilómetros de distancia.
Se debe ser meticulosa en nuestro trabajo y la preparación previa es clave para garantizar que todo transcurra sin problemas. Por ello hacemos reuniones de equipo antes de salir a una obra haciendo listas y preparando las herramientas y productos necesarios entre varias restauradoras. Suele ser un momento divertido y lleno de ilusión cuando empiezas un trabajo nuevo.
Evaluación de la obra de arte
Una vez que estamos en la obra o en nuestro taller, el primer paso es evaluar la obra de arte. Esto implica examinar la obra o pieza en busca de daños, desgaste y otros problemas que puedan necesitar ser abordados. Entonces es cuando empezamos a hacer fotografías para tener una documentación de la obra en su estado inicial. Y si es necesario, realizamos graficos de degrados, individualizando cada uno de los deterioros existentes, de ésta manera ya tu cabecita va pensando en los tratamientos y soluciones. Sin embargo, antes de realizar un tratamiento, se ejecutan unas pruebas de cada uno de los tratamientos en una superficie pequeña. Dependiendo de la situación, circunstancias y entorno, se van a necesitar utilizar una variedad de técnicas y materiales para su conservación y restauración.
Investigación de la obra de arte
Antes de comenzar y durante la restauración de cualquier trabajo a mi personalmente me gusta dedicar un tiempo a investigar la obra. Esto puede implicar estudiar las técnicas del artista, examinar registros históricos y consultar con expertos en el campo. Al obtener una comprensión más profunda de la obra de arte, se pueden tomar decisiones más informadas sobre cómo abordar el proceso de restauración.
Restaurando la Obra de Arte
Una vez iniciadas la evaluación y la investigación, se puede comenzar el proceso de restauración. Partimos, como he explicado anteriormente, de pruebas y ensayos que nos dirán por ejemplo, cual es el disolvente adecuado a la hora de limpiar un barniz oxidado, policromía, soporte, etc. Cada tratamiento que sigue a la limpieza también tiene unas pruebas previas: estucado, barnizado, reintegración volumétrica y/o pictórica...
Trabajando con Atención al detalle
A lo largo del proceso de restauración, se trabaja con gran cuidado y atención al detalle. Un solo error puede causar daños irreparables a la obra de arte, por lo que hay que ser metódicos y pacientes. También es cierto que hay días que sientes que es mejor hacer otro tipo de trabajos como el de investigación o realización de memorias, antes de tocar una obra en un proceso delicado ya que no siempre estás al 100x100. Otras veces tienes que enfrentarte a desafíos inesperados y realizar ajustes según sea necesario muchas veces tirando de imaginación y creatividad y la mayor parte de las veces de la experiencia que hace encontrar instintivamente el remedio a cualquier problema que surja, siempre escuchando a la obra y lo que te va pidiendo.
El Toque final
Después de que el trabajo de restauración esté completo, suelo añadir toques finales a la obra. Esto puede implicar retocar cromáticamente puntos que se han aclarado por ejemplo con el barnizado. Lo cierto es que te enganchas tanto a la obra que estás restaurando que forman ya parte de ti y quieres un resultado perfecto.
Control de Calidad
Antes de que la obra de arte sea devuelta a su propietario o exhibida, es necesario realizar un exhaustivo control de calidad. Esto garantiza que el trabajo de restauración se haya completado con altos estándares y que la obra de arte esté lista para ser disfrutada por los espectadores.
Mantenimiento
El mantenimiento después de la restauración de una obra de arte es crucial para evitar daños futuros. Ayuda a prevenir el deterioro por factores como la luz y la humedad, permite reparar problemas pequeños antes de que empeoren y conserva el valor cultural y económico de la pieza. Además, educar sobre su cuidado crea conciencia y asegura que la obra se mantenga en buenas condiciones para las generaciones futuras.
Conclusión
Ser restauradora de arte es un trabajo fascinante y gratificante que requiere respeto, paciencia, habilidad y experiencia para solucionar deterioros de importancia y frenar el deterioro de una obra de arte. Desde evaluar e investigar obras de arte, hasta restaurar, añadir toques finales y ofrecer un mantenimiento específico para cada obra de arte. Todo ello para la preservación de nuestro patrimonio cultural. Restaurar para mí no es sólo mi profesión, es un estilo de vida.
day in the life of an art restorer has been informative and inspiring!